Las clases de música para nuestro bebé: características de un buen programa

Muchos papás y mamás acuden a nuestra escuela con mucha curiosidad por saber cómo se desarrollan las clases con bebés. Por eso quiero compartir con vosotr@s algunas pautas qué debéis considerar a la hora de elegir el programa de sensibilización musical adecuado para vuestro hij@ .

Un buen programa de educación musical temprana debe tener unas carácterística muy definidas. Debe:

- Asegurar una experencia completa y positiva 
Está claro que en las clases vemos una evolución en los niños, en sus habilidades y actitudes, pero este no debe ser el primer objetivo.
Por ilustrarlo de alguna manera, los "logros" son resultado de transitar un camino, pero la experiencia positiva debe de ser el camino en sí.

- Estar basado en una Respuesta Física Total. 
Se ha demostrado que el aprendizaje es más eficaz y duradero cuantos más sentidos estén involucrados en él. Por eso cada actividad, cada experiencia musical, debe desarrollarse mediante el mayor número de canales posibles; vista, oído y tacto combinados siempre que sea posible.

- Ser un medio para trabajar el desarrollo de las capacidades. 
Mediante la música trabajamos la coordinación, la psicomitricidad, el oido musical, la interacción social, el desarrollo del lenguaje... La música no sólo es un aprendizaje en sí, sino también un vehículo de aprendizaje.

- Desarrollarse en un ambiente creativo y respetuoso con el niño. 
Se trata de canalizar toda la energía de los bebés, y guiarlos en el descubrimiento de sus capacidades y de las posibilidades que encuentran en todos los objetos que les rodean. Para ello es esencial la creatividad.

- Respetar el ritmo de aprendizaje de cada niño.
Como hemos dicho antes, lo importante es la experiencia, no contabilizar los logros que los alumnos van asumiendo. Por supuesto que el programa que se desarrolla debe estar adaptado a la realidad evolutiva de los alumnos y debe de buscar su pleno desarrollo, pero todo ello se llevará a cabo de manera más eficiente si los profesores y padres respetamos y nos adaptamos a los ritmos de aprendizaje y características de los alumnos.

- Asentar las bases para un amor de por vida hacia la música y hacia la expresión artística.
¿No es esto ya EL gran objetivo?

- Facilitar materiales para casa. 
Toda la música que se trabaja en clase debe tenerla cada familia para continuar la experiencia en casa. A demás se deben proporcionar actividades para poder llevar a cabo durante la semana. Estas actividades complementarán la experiencia musical y unirá a la familia, creando tiempos de calidad y ayudando a los padres en su labor educativa. Este punto lo abordaremos en otra entrada ya que el triángulo alumno - padres - profesor es vertebrador del proceso de aprendizaje.

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